Ya sea de forma consciente, en una conversación de
chat o en una red social, o inconsciente, a través de engaños (estafas, falsas
ofertas, sorteos o regalos), tu hijo puede revelar sus datos personales online sin darse cuenta del peligro que supone. Ignorar
correos que piden cualquier tipo de información, no introducir nunca datos como
la dirección postal o el teléfono móvil en ninguna web por muy segura que
parezca o evitar el uso de aplicaciones o software que suministren la ubicación
son algunas prácticas seguras para evitar este problema.