La tecnología educativa como un factor de desarrollo de los países ¿Realidad o utopía? (Por Tatiana Páez)
Es sorprendente ver cómo la tecnología ha permeado y
modificado la vida de las personas en los últimos años en todos los ámbitos:
académico, social, etc. Sólo basta con comparar cómo era la vida de los
estudiantes hace unos años, cuando no existía internet, el celular servía para
hacer llamadas o jugar culebrita y el computador se usaba para hacer trabajos,
y cómo es la vida en el presente.
En el ámbito académico, por ejemplo, se debía recurrir
a las bibliotecas como fuentes de información, el estudiante se trasladaba
físicamente hasta el lugar. En la mayoría de las ocasiones, los libros
encontrados no llenaban las expectativas de los usuarios, ya sea porque estaban
desactualizados o porque tenían poca información sobre el tema investigado. El
estudiante debía resumir o sacar fotocopias para guardar la información que
necesitaba. Algunas personas económicamente más pudientes, tenían en sus casas
libros y/o enciclopedias, los cuales eran considerados y cuidados como tesoros.
Hoy en día y gracias a Internet, el estudiante puede acceder rápidamente a la
información de todo el mundo, en cualquier idioma y sin necesidad de salir de
casa. La presencia de libros y/o enciclopedias en casas es escaza por no decir
que nula.
Todo lo anterior permite contextualizar el tipo de estudiantes
que en estos momentos se tienen en las aulas; ellos son nativos digitales porque
desde su nacimiento han tenido la tecnología a su alcance, por consiguiente, la
conocen y manejan con alto nivel de competencia.
Ahora bien, surge la inquietud, ¿cómo aprovechar el
interés que generan las nuevas tecnologías, en todas las edades, para
desarrollar habilidades cognitivas en los nativos digitales? Es más que
evidente, lo inútil que resulta enseñar de la manera tradicional pues causa
problemas en el aula de clase como apatía, falta de disciplina y aprendizaje
memorístico, entre otros, los cuales nada aportan a las necesidades de
conocimiento de los estudiantes.
Se podría decir que la tecnología educativa como un
factor de desarrollo en Colombia es una utopía, ya que modernizar la educación
es un proceso que avanza muy lentamente comparado con otros campos. Es
increíble que después de casi 25 años de que el internet se haya popularizado,
sean escasos los docentes que lo usan como una estrategia de aprendizaje. Hoy
por hoy en el país, algunas instituciones educativas cuentan con la
infraestructura tecnológica necesaria pero el docente no tiene la competencia
para usarla; en otras el docente tiene el conocimiento y la competencia, pero
la institución educativa no cuenta con la infraestructura tecnológica.
Para lograr realmente convertir la tecnología educativa en un factor de
desarrollo exige la combinación de dos componentes:
1) infraestructura tecnológica robusta en los colegios para que apoye
los procesos;
2) docentes competentes en el uso de las TIC que promuevan la búsqueda
del conocimiento y el aprendizaje como un proceso fruto de la reflexión, la
discusión, el análisis y la interacción.